DETECTIVES PRIVADOS EN AVILÉS

Desde un tiempo a esta parte son crecientes los casos de bajas laborales fraudulentas que nos vemos obligados a investigar como detectives privados en Avilés.  Una ciudad en la que los efectos de la crisis se han dejado notar con particular virulencia,

Lo cierto es que muchas empresas sufren en tiempos de crisis. Las de detectives privados, también. El caso es que para una pequeña empresa, la baja laboral fraudulenta de un empleado con cierta antigüedad, del que dependan procesos cruciales o que tenga lugar en épocas de especial concentración de trabajo,  puede constituir un problema muy grave.

Los investigadores profesionales sabemos que nuestro trabajo puede resultar mal comprendido.  Como detective en Avilés, a veces he tenido que luchar con una visión reduccionista de nuestra profesión. Pero lo cierto es que el trabajo de detective privado sirve, en estos – como en muchos otros casos – a fines que también son sociales, ya se trate actuaciones al servicio de empresas como de otras entidades .

Y es que una investigación sobre una posible baja fraudulenta no trata de poner en cuestión la reconocida protección de social de los trabajadores, ni sus derechos en caso de incapacidad laboral transitoria. Se trata precisamente de lo contrario. Para salvaguardar debidamente los derechos de las personas que sufren enfermedades o lesiones que les impiden trabajar, debe desenmascararse eficazmente a los tramposos.

Para lograrlo, muchas veces no es suficiente con denunciar una situación sospechosa ante el INSS o ante la Mutua. Ello es debido a que en el ámbito de las bajas por enfermedad común, las simulaciones son relativamente fáciles.  Simular una dolencia potencialmente incapacitante es posible siempre que sus síntomas no presenten signos externos susceptibles de diagnóstico: problemas de cervicales, presuntas fibromialgias, lumbalgias e incluso problemas mentales como la depresión suelen ser los favoritos de los defraudadores, por lo subjetivo de su diagnóstico. Una baja por enfermedad común por algún padecimiento de este tipo puede ya ponernos sobre aviso.

A veces, poner al descubierto a un simulador, puede resultar tan sencillo como estar atento a su actividad en las redes sociales. Una indiscreción en su muro de Facebook o unas fotos inoportunas publicadas en Instagram, pueden incluso protocolizarse ante Notario y servirnos de prueba en un eventual procedimiento judicial.

Sin embargo, quienes abusan de sus derechos, perjudicando así a los trabajadores que cumplen con sus obligaciones, no suelen cometer esos fallos. Como enfermos imaginarios, generalmente estudian en profundidad toda la sintomatología que lleva aparejada su dolencia ficticia. Esto es muy fácil hoy en día gracias a Internet.  De ahí a desarrollar una interpretación convincente ante un reconocimiento médico sólo hay un paso.

Además suelen ser discretos. Pero eso no les impide vivir, pues al fin y al cabo – suelen pensar- para eso precisamente disfrutan de ese tiempo de ocio remunerado (injustamente,  claro). Y ahí es donde precisamente los detectives privados jugamos nuestro papel.  Las labores de seguimiento eficaces y profesionales, que no vulneren los derechos personales de los investigados son muy importantes.  También lo es la debida documentación gráfica y visual de muchas situaciones incompatibles con la baja laboral, pero siempre con los requisitos legales exigidos para que los registros así obtenidos puedan ser, en su caso, utilizados con valor probatorio en un eventual juicio.

No sería así la primera vez que una persona aparentemente aquejada de paralizantes dolores lumbares se revela como un consumado bailarín de discoteca, o que un supuesto paciente de fibromialgia es asiduo participante de exigentes pruebas deportivas de resistencia y carreras de larga distancia.

Más allá de los casos extremos, nos movemos en un terreno delicado, en el que, según nuestra experiencia como detectives privados en Avilés desde hace varios años, la intervención de profesionales con la cualificación y el tacto necesarios, siempre acaba arrojando luz sobre situaciones dudosas y resultando concluyente en un sentido o en otro.